LA SAÑA DE LOS INTERESES

LA SAÑA DE LOS INTERESES
Exaltación y ensamblaje en la exhibición de Villanueva

Rael Salvador
raelart@hotmail.com

“Los gobiernos, como las luciérnagas,
necesitan de oscuridad para brillar”.
Arthur Schopenhauer.

No muy seguido, sólo en contados casos, aplaudo las virtudes del Periodismo local. En su mayoría, únicamente observo que se tambalea peligrosamente bajo sus estúpidos defectos.
Uno de ellos: Trabajar, orquestados en la banalidad, al servicio del Gobierno.
Matrimoniados con el poder y más preocupados por llevar agua a su molino, estos periodistas y funcionarios, regularmente acomodaticios y de monta ajena a la profesión, se despreocupan de la verdad y la justicia (verosimilitud y ética), y, como un pase a la “realización” de sus oficios, atienden las ordenanzas del medio en el que laboran, remplazando el rigor por la exhibición.
No lo que hacen, sino cómo lo hacen.
¿Qué otra cosa es la aparición de Fidel Villanueva, responsable de “Anapromex”, en primer plano, a ocho columnas y exaltando su “delincuencia” con la escenografía de la PGJE?
¿No será, una vez más, la puesta en escena del “chivo expiatorio” perfecto para la lección ciudadana, y de esta manera –tan “escarmentante” — que nadie se atreva a resolver los abusos hacia la ciudadanía por parte de la ineficiencia e incapacidad del Gobierno del Estado?
¿Es lícita la depredación “policíaca” de los Medios, dejando evidencia de la saña y así, quitados de la pena, la aplaudan los grupos que ya salivan públicamente sus intereses?
Los “pitazos” a la oficina ofrecen la musiquita del “ensamblaje”: la hora, el lugar y “el cómo” de los “sucesos”. No hay otra manera para que el “operativo” se cumpla. Lo demás es cuestión de la rotativa…
Así observo que, mareados por la nuevas tecnologías, la instantaneidad y el bajo rendimiento en la investigación, el Periodismo sufre de la insuficiencia y del trastorno especulativo, males modernos que tanto daño hacen a la confiabilidad cívica y a la instalación de la credibilidad moral.
Como resultado de una larga experiencia con los Medios de comunicación — bastantes años como periodista y columnista crítico –, testifico que poco o nada (o casi nada) se refleja del mundo en la información que manejan, sesgan y manipulan estos encumbrados consorcios del negocio mediático.